jueves, 19 de agosto de 2010

Plvs Vltra

Odio a Paulo Coelho, pero el tipo acertó en "El Alquimista" cuando dijo que las señales nos persiguen para indicarnos qué hacer de nuestras vidas para ser felices, o por lo menos para intentarlo.
Lo más impresionante, es que muchas veces uno se subestima, o simplemente no aspira a cosas de sus capacidades; pero Dios y la vida son grandes, y nada, te demuestran tarde o temprano que tal vez tienes que ver más allá de los 256370 km cuadrados que te rodean.
Jamás me vi en una situación como ésta. Nunca pensé que llegaría, nunca aspiré a que llegara. Llegó como la lluvia en el Quito más soleado, con la sorpresa de un nacimiento y todos los pros y contras que esto trae.
N'importe plus, que el destino haga conmigo lo que se le antoje, porque, gracias al cielo, mi conciencia está limpia y no me merezco ningún mal.
Solo sé que es un idílico momento donde, si me quedo, me pico, y si me voy, lloro; así como si me quedo, abrazo, y si me voy, crezco.
Que la vida me enseñe lo que debo aprender, que mis errores me permitan impulsarme, y que esto, que empezó con señales tipo "bocadillos Pamplona" en "El Español" y clases sobre Adolfo Bécquer y Miguel de Unamuno en el edificio "San Fermín" me permita ir más allá de mis capacidades, más allá de mi ética actual. Me permita ir más allá. O como dice el Escudo "Plvs Vltra"