It's antoher day for you & me in paradise

La noche quiteña es deliciosa.
Un poco de Phil Collins (antoher day in paradise)
una terraza fría y generosa.
Un vaso de coca cola y un mentolado a falta de pipa o cigarro de vainilla.

En esas noches quiteñas, tan frías y ornamentadas con estrellas estampadas a la montaña,
no hay que temer, no hay que repudiar. Está solo el amor de una ciudad bipolar y coqueta.

Que bien suena Zucchero con "Senza una Donna" a las 8 pm, acompañada del trinar de los carros en la lejanía.
Y luego, viene "The Lady in Red", suave, azucarada y fresca como helado de coco.
Amo la UIO nocturna.
No la chillona del Épica, ni la socarrona de la Foch, peor la murmuradora de Guápulo.
Amo la UIO que se desnuda frente a esa terraza por la Brasil, que me comparte sus tristezas escondidas.

Compartimos la coca cola, me apaga el mentolado (no le gusta que fume, a pesar de que sea uno trrimestral) y me besa con sus fríos labios de brisa. Ella me ama, no como yo a ella, pero aun así me ama, no me desea como yo la deseo, pero recibe mi afecto abierta y relajada, como la scort que es para muchos.

Quito no es mi escort, es mi Roxanne. No soporto que se pare en la luz roja, yo la quiero solo para mi, cuando se desmaquilla, cuando me susurra al oído que la gente es pasadera, que mi esencia persiste ante todo. Cuando me dice que mi vida pega full.

Pega full, otra coca cola, Phil Collins y el apócrifo aroma de un mentolado extinto...

There must be something you can say
Quito,
Debe haber algo que puedas decir.....