Tengo un pez naranja.
El come cuando quiere, no como los otros, que siguen ciegamente a la hojuela.
Tengo un pez naranja,
a veces los otros le apachurran, empujan, pero a él no le interesa.
Tengo un pececito naranja.
A veces todos le siguen, otras veces, él no sigue a nadie.
Tengo un pez naranja
Come cuando le pido que coma, pero a veces le da ganas de morderme a mi también.
Tengo un pececito naranja.
Es el único de su color en esa pecera, le duele a veces, pero no lo muestra.
Tengo un pececito naranja.
Nada le asombra, mucho le entristece, demasiado le relaja, poco le alegra.
Mi pececito naranja, vive en la esquina superior derecha de mi blog
1 comentario:
:) muy buena reflexion sobre algo tan "mundano" como un pez virtual, pero sabes algo? es a veces en esas nimiedades que encuentras un significado real por las cosas en al vida, me ha pasado con un pequeño avion rojo que tengo, más pequeño que mi dedo pulgar... mi pequeño juguete favorito, mi objeto simbolico favorito...
Gracias Mila, por recordarme que la escencia de las cosas se encuentra en la simpleza.. :)
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