No he venido a burlarme de los hombres.Sino a vivir con ellos la aventura terrestre.
jueves, 1 de abril de 2010
Escupiendo en la fe
Soy agnóstica porque definitivamente no creo en el ateísmo, como dice mi profesor de Literatura, solo los anacoretas pueden darse el lujo de ser ateos. Y creo fielmente en la inscripción en la camiseta de un pana, "Dios es el camino, las religiones cobran el peaje".
En, fin, más que hablarles de mis creencias e inclinaciones religiosas, solo quiero mostrar mi indignación; mucha gente es descarada y se pregunta el porqué de la pérdida de seguidores de la religión Católica, considerada como la Institución Religiosa más grande e influyente del mundo.
Pues bien, a mi parecer, se da por la decadencia que deben sufrir los grandes imperios en su máximo punto de saturación y poder,y también por la tradición milenaria de socapar la predicación exagerada y la práctica mínima.
Van desde cosas tan triviales como la alta religiosidad de mi familia una sola vez al año (semana santa).
Pero, hoy me enfoco en el Catolicismo por este hombre: Joseph Ratzinger
Al hombre le toca una tarea difícil: Ser el líder de la Fe Católica en una época y sociedad donde la religión es opacada por la ciencia y el entretenimiento, además de portar consigo el recuerdo del Papa más carismático que se ha tenido: Juan Pablo II.
Sin embargo, Ratzinger, en vez de continuar con la campaña de tolerancia y apertura que Juan Pablo II estableció, optó por un sistema un poco retrógrada, cuyo objetivo es reestablecer las bases tradicionales de la familia y la comunidad católica.
Eso, desde mi punto de vista, es un plan no premeditado y más subjetivo que enfocado en el bienestar mundial, ya que si el objetivo es ganar seguidores y conservar la fe hasta el final, la religión como tal debe, o bien haber sido más estricta y menos endeble con el comportamiento del católico promedio, o bien adaptarse a las revoluciones socioculturales de la época.
Cosas como la eliminación del purgatorio, la no recomendación de los métodos anticonceptivos o preservativos en regiones como África y el retiro de la excomulgación de sacerdotes que negaron al Holocausto Judío (acotación: película francesa con Mathieu Kassovitz llamada "Amén", recomendada), hacen del Catolicismo, una religión impositiva y amenazadora en lo que respecta al comportamiento, peligrosamente influenciable en la salud y bienestar mundial y terriblemente tolerante frente a los actos monstruosos de la humanidad. Cada calificativo nos recuerda a la terrible dominatriz que era la Iglesia en la Edad Media, lo libertinos que eran sus regentes en el Renacimiento y lo vehemente que fue a inicios del siglo XX frente a actos que iban en contra de sus principios.
Con características como estas se pone en tela de duda el juicio de los cardenales electores, o las prioridades de estos al seleccionar a Ratzinger como regente del Vaticano.
Se supone que el mayor problema con el que Ratzinger está lidiando ahora es su lucha contra los sacerdotes pedófilos y abusadores. Malheuresement, hubo que llegar a un punto máximo para reconocer que algo no está funcionando bien desde las raíces dentro de la iglesia Católica: El hecho de que Ratzinger haya ignorado el abuso de 200 niños sordomudos por dos sacerdotes en Estados Unidos.
Por encima del genocidio y la tortura, está la violación y el abuso sexual. Muy por encima. Es el acto de matar en vida a alguien, arrancarle su esencia vital, su pureza, su concepto de libertad y accionar, es encadenar al espíritu y dicha de alguien de sentirse auto suficiente y ser feliz con lo que es. El abuso es repudiable en todos sus aspectos. Más si es a niños, mucho más si son niños con menores capacidades de defensa que el resto.
Que hay muchos casos así al rededor del mundo? Totalmente cierto, pero este caso se destaca por el hecho de que en la época de los abusos, Ratzinger era el cardenal encargado de esa zona de Estados Unidos, y, sea rumor o verdad, la noticia llegó a sus oídos y el no hizo nada al respecto. Ahora, como Papa, debe asumir la culpa de sus actos y hacer todo lo que esté en su poder para compensar a las víctimas y castigar a los victimarios. La sociedad debe tener en claro que una excomulgación no es suficiente. Tal vez en estos momentos esté siendo muy subjetiva, pero la violación es en el único caso donde creo que la ley debería incluir la tortura como parte de la condena.
Casos así demuestran que los actos de justicia y rectitud no solo se deben dar en el instante mismo en el que uno funge como figura pública o regente. Es bien sabido que aunque no existen candidaturas dentro del Vaticano, muchos sacerdotes son persistentes hasta alcanzar el sitio del Papado; si es así, tal como en una carrera política, uno debe cuidarse la espalda y hacer méritos de manera transparente desde su base para ser tomado en cuenta, caso contrario, deberían asumir el riesgo que conlleva el poder: el desmantelamiento de sus peores acciones en la cumbre de su carrera.
A vous...
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2 comentarios:
Excelente articulo! y muy oportuno. Tal vez no coincida contigo en muchas cosas, pero la lucidez de tus argumentos va mas allá.
nunca he sido muy fan de las religiones......usualmente solo son maneras de explotar a gnte con disque ideas y principios vacios,.....pero le dispararia a ese hijo de puta de ratzinger y a los dos pedofilos esos...con todo placer.....
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