lunes, 29 de diciembre de 2008

Hasta la Victoria Siempre Don Victor


“Yace aquí el hidalgo fuerte
Que a tanto extremo llegó
De valiente, que se advierte
Que la muerte no triunfó
De su vida con su muerte.”

Así dice un fragmento del epitafio de Don Quijote, héroe de la literatura que siempre asocié con mi abuelo, no se si por su alta y esbelta figura, o por su amor a los libros y afanosa imaginación. Y como dice el fragmento, Víctor Emilio Tapia del Pozo es y será tan memorable como el mismo Hidalgo.

Víctor Emilio Tapia del Pozo. Un nombre imponente que pertenece a un hombre que supo demostrar y provocar tantos sentimientos y virtudes a la vez. Un Padre ejemplar, hermano modelo e hijo devoto; pero ante todo, un Maestro sin igual que no escatimaba ocasiones ni recursos para demostrarnos que la vida es un constante aprendizaje, y que la fortaleza y la constancia, son nuestras principales herramientas.
Mi abuelito se ganó muchas cosas en esta vida; hermanos amorosos, hijos llenos de gratitud y amigos leales; pero ante todo, el cariño y respeto genuinos e incondicionales de todos los que lo conocimos, porque, estoy segura que antes que hijos, hermanos, nietos o amigos, nos sentimos sus alumnos, personas que no dejábamos de aprender y descubrir junto a él.
Desde los Libros de Escritura Inglesa hasta algunas clases improvisadas de Educación Física, pasando por sus historias e inventos hechos en la juventud y memorias agradables como los helados y manzanas que compartíamos. Cada palabrita salida de su boca, será eternamente recordada, cada elemento hecho por sus largas y finas manos será preciosamente guardado, y en definitiva; la imagen de este hombre que daba sabios consejos que le regaló el tiempo mientras disfrutaba de una golosina como un niño, serán parte de cada uno de nosotros.
Papá, Abuelito, Papá Víctor, Hermanito, Negrito o Don Víctor, no importa la forma en la que le hayamos llamado, Víctor Emilio Tapia quedará en nuestras memorias y corazones como el padre ejemplar, valiente y amoroso que fue para cada uno de nosotros.


Palabras que dije el día que te fuiste.
Yo se que no te vas para siempre, solo te haces invisible, pero sé que sigues aquí ^-^...
porque tu jamás nos abandonarías.
Gracias por aparecer en mi vida y hacerla un aprndizaje constante.
Millón gracias por ser mi Maestro, mi Abuelo.

No hay comentarios: