Que lindo tener un ícono para admirar, un becerro de bambalina para adorar.
Que lindo ver tus ojos de canica, becerro mío y perderme en el frío color de la estupidez de tu mirada.
Que alhaja tener un ídolo para besar sus pies olor a crema y geranio,
que alhaja comerse las palabras apócrifas de una Biblia que te ignora,
que alhaja saber que la falsa es mi persona y no tu frío cuerpo de aserrín.
Que divino tenerte ahí para suplir mis necesidades de vacío,
para compensar el genio d elos que me rodea.
Tus ojos de azogue que reflejan mi verdad enmascarada eran justo lo que necesitaba
gracias becerro, mil gracias por ser tan lindo, tan alhaja, tan super....
1 comentario:
ja!, tan alhaja la entrada...
Tú que en el hombre has visto tanto un dios, como un cordero. Despedazar al dios que hay en el hombre y despedazar al cordero, y reír al despedazar. Ésa es tu bienaventuranza...
Saludos de un desconocido.
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